DRP-E 22/27, 2010
Porfolio de 6 impresiones inkjet sobre papel Hannemülle + póster
42 x 29,7 cm c. u.
Póster: 83 x 69 cm
Edición de 20 ejemplares
2400 euros
¿Es posible crear un entorno puramente visual a base de elementos de representación contrapuestos? ¿Existe neutralidad en un modo de ver, sentir y pensar paralelamente racional y emocional? El proyecto DRP-E 22/27 extiende desde este interés visual hacia un interés histórico, filosófico y técnico. El proyecto toma elementos de la pintura de paisaje, tan importante en la cultura inglesa, y de la visión cosmogónica del mundo que reduce todo a cinco elementos fundamentales. También se acerca a la filosofía de los sentimientos, a las teorías románticas y racionalistas que proponen dos modos de ordenar y construir nuestra realidad. Igualmente incluye elementos que en un principio podrían parecer distantes –como la estructura de Stonhenge, la característica brillante del color o la realidad virtual- pero que han contribuido a definir conceptualmente el proyecto. El trabajo está compuesto por fotografías analógicas, fotografías digitales y análisis gráficos, que en conjunto se pueden entender como una visión múltiple del mismo espacio. Las imágenes fotográficas contienen elementos topográficos y metafóricos. Indican como se ha detenido mi mirada. No muestran habitantes de este espacio, si no que otorgan a la naturaleza el papel dominante para poder convertirse en algo simultáneamente idílico y posible. Las fotografías presentan realidades y son realidades en sí mismas. Documentan una mirada subjetiva. Las gráficas, circulares y animadas, expresan información real –los colores de la escena original determinados por cambios estaciónales, intervención humana y condiciones climáticas- pero poseen una narrativa propia en cuanto a su función comunicativa. Por un lado, el diseño circular basado en los planos originales del parque, puede recordar a ojos en movimiento y a los rotoreliefs pornográficos de Duchamp. Por otro, su escala crea un escenario para contemplar e hipnotizarse. Se genera así un espacio flexible y en tránsito, inabarcable y lleno de detalles, contrastes y silencios.