La obra barthesiana se ha convertido con el tiempo en una excusa para Javier Pividal a la hora de profundizar en la idea de que, más allá de ‘dejar hablar al cuerpo’, hay que ‘escribirlo’. En este sentido, surge en 2010 el proyecto ‘Écrire en blanc’ para el que desarrolla una tipografía sustractiva en tanto que oposición al esquema tradicional de negro sobre blanco. Esta escritura neutra y singular funciona como un iceberg que se transforma en imagen de la misma manera que el cuerpo se convierte en palabra. "De alguna manera son las palabras las que forman el motivo principal de las obras agrupadas bajo el proyecto Écrire en blanc y, sin embargo, puede que en este caso poco importen, o por lo menos no en la manera en que habitualmente nos servimos de ellas. Son palabras apropiadas y reinterpretadas, palabras que componen locuciones y sintagmas –palabras como citas–. Expresiones repetidas, sacadas de un contexto que remite a lugares alguna vez habitados por emociones y sentimientos, pero por un cuerpo que en realidad ya no está presente. Y es en ese vacío, o mejor, en la repetición de ese vacío, donde las palabras pierden su sentido, quizás porque lo que realmente nos cuentan no se puede encontrar –o no sólo– en su contenido." R. G. G.