Una teoría. Javier Pividal  
"Las imágenes se proyectan desde un tiempo lejano y arcaico y atraviesan la pantalla incendiando el tiempo. Las imágenes siempre han estado ahí, rescoldos del fuego que hoy nos abrasa. Fantasmas, espectros; restos de ceniza mezclada de varios braseros más o menos calientes. Un rostro construido con ceniza nos remite a una alquimia que se sitúa muy cercana al sentido de la fotografía. La ceniza construye imágenes que parecen erosionadas por el tiempo y por el aliento de los retratados; su propia materialidad se impone a la visión, a la aprehensión de la imagen. Máscaras funerarias. Ceniza: lo último, el último gesto, el cuerpo convertido en polvo. Pero un polvo que dice, que significa, que alberga una y todas las historias. Un polvo que es en sí palabra y que de nuevo construye sentido. ¿Por qué durar es mejor que arder?" J. P.